viernes, 26 de enero de 2018

26-01-2018

Hoy es un día viernes,la hora esactamente...son las 11:20 PM. Mi esposo está ebrio y dormido a mi lado,tiene un asqueroso olor encima,yo como siempre,estoy despierta velando el sueño de mis dos hijos,por ellos hoy no voy a dormir.

Hoy he decidido que quiero mi libertad,quiero ser libre en mi propia casa.
Estoy casada desde hace ya once años,por el civil,más no por la iglesia,soy católica, contradiciendo a la misma creencia y a sus supuestas leyes,yo he decidido no casarme por la iglesia,la razón es simple,no amo a mi esposo,creo en un dios pero no creo en un matrimonio sin amor,hoy día todos dirán que si quiero mi libertad es tan simple como separarme,sin embargo y en determinado momento alguien en la misma situacion que yo me entiende, entonces simplemente hoy no me sentiré tan sola.

Les contaré un poco del por qué de esta situacion,me casé siendo una niña aún tenía poco de haber cumplido mis 18 años,estaba enamorada,flotaba en el aire como muchas niñas que hoy día observó por la calle todos los días,para mí,el único hombre era mi esposo,si no era él, entonces no quería a nadie más,decidimos vivir juntos,empezó bien,todo era maravilloso,pero eso cambió pronto.